El crecimiento de un ciprés depende de varios factores, como la variedad, el clima y las condiciones de cultivo. Sin embargo, en general, los cipreses pueden ser árboles de crecimiento rápido o lento, dependiendo del tipo de ciprés.
Las variedades de crecimiento rápido, como el ciprés de Leyland, el ciprés común o el ciprés stricta pueden crecer hasta un metro por año y alcanzar su tamaño adulto en tan solo 10 años. Estas variedades son ideales para aquellos que quieren ver resultados rápidos y crear un paisaje arbóreo denso en poco tiempo.
Por otro lado, las variedades de crecimiento más lento, como el ciprés totem, pueden tardar hasta 25 años en alcanzar su tamaño adulto y pudiendo crecer hasta 50cm al año. Estos árboles pueden ser una buena opción para aquellos que buscan un crecimiento más lento y controlado, ya que requieren menos poda y mantenimiento.
Además del tipo de ciprés, el clima y las condiciones de cultivo también pueden afectar el tiempo que tarda en crecer un ciprés. En climas cálidos y húmedos, los cipreses pueden crecer más rápido que en climas fríos y secos. Las condiciones de cultivo adecuadas, como un suelo fértil, una suficiente iluminación, un riego adecuado, y un correcto plan de abonado también pueden acelerar el crecimiento de un ciprés.