Los cipreses son árboles perennes conocidos por su belleza y durabilidad. Hay diferentes formas de reproducirlos, y estas incluyen:
Reproducción por semillas
Los cipreses producen conos que contienen semillas que maduran durante el otoño y el invierno. Estas semillas se pueden recolectar y plantar en suelos adecuados para producir nuevos árboles. Éste es el caso del ciprés común o cupressus sempervirens pyaramidalis.
Injertos
Este método consiste en unir una porción de un árbol (el injerto) a otro árbol (el portainjerto). La porción unida eventualmente crece y produce un árbol idéntico al original. Este método es más preciso y controlado que la reproducción por semillas, y permite preservar las características específicas de una variedad particular de ciprés. Éste es el caso del ciprés stricta o cupressus sempervirens stricta.
Cultivo de esquejes
Este método implica cortar una pequeña rama de un árbol adulto y plantarla en un suelo adecuado para que crezca y produzca nuevos árboles. Éste es el caso del ciprés tótem, ciprés leylandi, ciprés arizónica, ciprés limón y ciprés de lawson. El ciprés stricta también se suele propagar por esqueje, según la finalidad a la que vaya destinada la planta.
En resumen, la forma de reproducir cipreses depende de los objetivos y preferencias personales, y es importante elegir el método adecuado para obtener los mejores resultados.